Francia: clima
Francia es un país con una cara que mira al Atlántico y otra al Mediterráneo, por lo que su en su territorio podemos encontrar climas típicos de estos dos ámbitos. Se encuentra en latitudes medias, entre los 42º y 51º aproximadamente; es decir, en la zona templada del oeste de los continentes. Aunque la mayor parte del país tiene valores medios tanto de temperatura como de humedad, en algunas regiones pueden llegar a ser extremos, como en las montañas del este del país. La temperatura media oscila entre los 9 y los 15 ºC anuales, pero la oscilación térmica puede llegar a ser moderada (16 ºC) a pesar de la influencia casi constante del mar. Esto es debido a que todos los años siente, en invierno, la influencia del anticiclón térmico siberiano, y de otros anticiclones térmicos que se generan en el este de Europa.
Los centros de acción fundamentales son: el frente polar que trae masas de aire polar marítimo, y el anticiclón de las Azores, que trae masas de aire tropical marítimo y que actúa, principalmente, en verano. Otros centros secundarios son los anticiclones térmicos de Siberia y el este de Europa, en invierno, y la borrasca del mar de Ligura, que actúa en otoño.
Uno de los factores principales que condicionan el clima francés es el relieve. La ausencia de montañas en el oeste del país hace que las masas de aire marítimo penetren muchos kilómetros hacia el interior. No será hasta su encuentro con los Alpes cuando estas masas de aire se topen con un obstáculo serio a su avance. También el macizo Centra francés, más por su extensión que por su altitud, dificulta que las masas de aire lleguen al Mediterráneo. Gracias a este predominio de las masas de aire marítimo las precipitaciones no descienden de los 500 mm anuales, y pueden llegar a superar los 2.000 mm en las vertientes de barlovento de las principales montañas.
En Francia vamos a distinguir dos tipos de clima el marítimo de la costa oeste y el mediterráneo.
El clima marítimo de la costa oeste se caracteriza por sus temperaturas suaves y sus precipitaciones abundantes todo el año, con un máximo en invierno y un mínimo en verano, cuando se deja sentir la influencia del anticiclón de las Azores. Podemos distinguir tres subtipos en clima marítimo puro, el clima marítimo continentalizado y el clima aquitano.
El clima marítimo puro se extiende por todo el litoral, desde la cuenca de Aquitania hasta el norte. En Bretaña y Normandía es donde se dan sus manifestaciones más típicas. Las precipitaciones se encuentran en torno a los 1.000 mm anuales, regularmente distribuidas a lo largo del año, y las temperaturas en trono a los 10 ºC con muy poca oscilación térmica tanto anual como diaria. A pesar de la latitud apenas hay heladas. Es una región propensa a los fuertes vientos, que dificulta la formación de bosques, por lo que la landa es predominante. Para combatirlos se han plantado, desde la Antigüedad, hileras de árboles paralelas y perpendiculares a los vientos dominantes, que han conformado el típico paisaje de campos cerrados de la región.
El clima marítimo continentalizado se encuentra hacia el interior del país, especialmente por el norte y el centro hasta los Alpes, en las regiones de Loira y la cuenca de París. Se caracteriza por ser ligeramente más húmedo, especialmente en verano, y más fresco, tanto en las temperaturas medias como en la oscilación térmica anual, que puede llegar a los 20 ºC. El invierno es más crudo y largo, con frecuentes heladas.
El clima aquitano es un clima de transición ente el marítimo y el mediterráneo. Se encuentra en la región de Aquitania, al sur del país. Las temperaturas son muy contrastadas, frías en invierno y cálidas en verano, con una oscilación térmica anual que supera los 20 ºC. El régimen de lluvias es muy complejo. Se superan siempre los 600 mm. Tiene dos máximos uno en primavera y otro en otoño, como ocurre en el clima mediterráneo, pero en verano llueve más que en invierno.
El clima mediterráneo se da en la costa mediterránea del país. Las temperaturas son suaves y medianamente contrastadas. La oscilación térmica puede llegar a los 10 ºC. Los inviernos son suaves y los veranos pueden llegar a ser calurosos. Las precipitaciones son algo menores que en el resto del país, entre 500 y 600 mm, y se concentran en primavera y otoño, cuando tienen un carácter torrencial debido a la gota fría. El verano es un período de aridez que dura poco más de tres meses.
Por último es necesario referirse al clima de montaña, que predomina en los Alpes y los Pirineos, y en algunos puntos de los Vosgos y el macizo Central. Está condicionado por las masas de aire dominantes y, debido a la altitud progresiva, es más frío y húmedo. En las cumbres más altas las temperaturas medias estás siempre por debajo de los 0 ºC, lo que permite la existencia de glaciares en los Alpes, y en los Pirineos hasta hace algunas décadas.
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